Los desafíos son lo que nos impulsa.
Uno de los grandes desafíos que enfrentan los fabricantes de motores diésel es la implementación de las futuras leyes de emisiones de gases de escape. Las regulaciones para la reducción sistemática de las concentraciones de contaminantes en los gases de escape de los motores diésel se han introducido en Europa y EE. UU. desde 1996.
Las sustancias contaminantes en el aire causadas por la combustión de combustibles fósiles son responsables de una serie de influencias negativas sobre el medio ambiente y la salud, por ejemplo, lluvia ácida, smog y gases de efecto invernadero que se relacionan con el calentamiento global y las afecciones respiratorias.
Los gases de escape de los motores diésel consisten principalmente en agua, NOx, CO, HC, PM y CO2.
NOx: Óxido nítrico: una combinación de monóxido de nitrógeno NO y dióxido de nitrógeno NO2 que contribuye al smog y es un factor importante en el desarrollo de la lluvia ácida cuando se utilizan combustibles con un alto contenido de azufre.
CO: Monóxido de carbono: un gas insípido, inodoro y tóxico producido a altas temperaturas de combustión del motor o cuando hay muy poco oxígeno disponible durante la combustión.
HC: Hidrocarburos: resultado de la combustión completa e incompleta de combustible, se presenta como muchas variedades diferentes de contaminantes. Sus subproductos principales en el motor diésel son dióxido de carbono, agua o monóxido de carbono y carbono (hollín), entre otras cosas.
PM: Las emisiones de partículas son una parte compleja del subproducto de emisiones de diésel. Sus componentes principales son partículas metálicas de desgaste del motor, carbono (hollín) e hidrocarburos del combustible y aceite lubricante, así como ácido sulfúrico acuoso producido a partir del azufre en el combustible diésel.
CO2: Dióxido de carbono: conocido gas de efecto invernadero. Los valores de emisión de CO2 de los motores diésel están por debajo de los de los motores de gasolina.
El tema de la regulación y reducción de las emisiones de escape es extremadamente complejo. Se necesitan medidas cada vez más profundas en el diseño del motor, la inyección de combustible, la tecnología de combustión e ignición del combustible y el uso de post tratamiento de escape para mantener los límites de emisiones permisibles.
Después de implementar con éxito las etapas iniciales de las reducciones de emisiones de escape en Europa y EE. UU., DEUTZ ha centrado su atención en la futura etapa 4 de escape en Europa y EE. UU. Este es el mayor desafío que enfrentan los fabricantes de motores modernos hasta la fecha y marcará la transición a la aplicación de más módulos de tecnología.
La filosofía básica de DEUTZ: las modificaciones técnicas al diseño y la complejidad del motor solo se implementarán cuando sea necesario para la ejecución segura de las disposiciones legales o los requisitos del cliente. Mientras tanto, mantendremos nuestra vista puesta firmemente en la economía y confiabilidad del motor diésel.
Legislación de emisiones